¿Cuándo debe morir una serie?

Debate. Reflexión.

Esta es una de las preguntas que me hago siempre que inicio una nueva serie: ¿Cuántas temporadas debería tener? ¿Cuándo debería acabarse la historia?

Para muchos es conocido que no sólo en series, sino también en libros y películas, suele ocurrir que la historia empieza con una trama definida y de repente, a medida que avanza en desarrollo, establecimiento y ganancia (de audiencia y de dinero) termina extendiéndose hasta 7, 8 o 9 temporadas sin que podamos descifrar el momento en que finalizará; sin que podamos concebir como fanáticos entre tantas teorías cómo podrá sorprendernos un suceso inesperado; o aún peor, sin que sepamos ya de qué trata la serie o qué la diferencia de otras porque se ha perdido.

Personalmente considero que como autores de cualquier obra (literaria, cinematográfica o audiovisual) tener siempre presente el final debería ser crucial, incluso antes de exponerla al público. Para evitar desviar la historia de su propósito, de su objetivo, de su esencia.

Con respecto a las series sucede una situación particular que deriva de su modo de presentación y su modo de interacción con la audiencia. Una serie como las que ofrecen Netflix o Amazon Prime, usualmente está pensada para proponer una historia en pocos episodios, de poca duración temporal y para ser vistos de forma sucesiva al estilo de maratones. De hecho el contenido de las series es lanzado al público entero y no a modo de capítulo semanal o diario (como hacen las telenovelas), un hecho que les permite jugar con el impacto de la novedad, la inmediatez del consumo masivo, el factor sorpresa en el público y lo que me gusta llamar "saturación mental", pues son vistos tantos capítulos seguidos, con tantos personajes y con tantos eventos sucedidos que el espectador tiene poco tiempo para organizarlo todo mentalmente, detenerse en detalles e incluso notar errores.

A esto se le suma, que el poder de muchas series es medido por el impacto en el público: los ratings, la aparición en listas de más vistos o más comentados, la permanencia en estos listados, las calificaciones del público, la repercusión en redes sociales y los movimientos hechos por los espectadores tales como bases de fanáticos o encuentros, entre otros. Hechos que llevan a una ganancia monetaria y que por supuesto, inciden sobre el mantenimiento del contenido, la oportunidad de producir una temporada extra, el recibimiento de inversiones y más recursos para el desarrollo.

Es allí, donde a mi parecer surge el problema. La respuesta a la pregunta de cuándo debe acabar una obra esta dada actualmente por su ganancia en términos monetarios, en términos de audiencia, en términos de consumo, más allá de la calidad, el propósito de la obra para transmitir algo al público y más allá de la esencia o lo único de esa obra. El objetivo se pierde con el paso del tiempo o se pierde porque nunca fue claro y termina desvaneciéndose y prolongándose temporada tras temporada hasta que no encuentra un punto de vuelta o un punto final.

Claramente hay series que se consolidan con el paso de temporadas y terminan fortaleciéndose, sin embargo, es interesante preguntarse al final: ¿Eran necesarias tantas temporadas o capítulos para contar lo que contaste? Descubriremos que en ocasiones mucho de lo dicho era relleno.

Siempre he sido partícipe de las historias autoconclusivas, aquellas que con poco dicen todo o dicen mucho, las que desde que son pensadas tienen una meta final y se esfuerzan por mantenerse fieles a esos objetivos. También soy partícipe de la idea de que nosotros como espectadores notamos y sabemos cuando una historia tiene un rumbo definido, cuando no, y cuando se ha dejado llevar por las ganancias o cuando ha dejado de ser entretenida. Así que mi reflexión me lleva más a pensar en que podemos empezar también a cuestionar y no solo consumir.

Personalmente pienso que una serie es buena y se mantiene en su propósito inicial hasta la tercera temporada (a veces con recelo acepto una cuarta) y que después puede mantenerte conectado por afecto, porque no resolvió un misterio o por relleno. Sin embargo, siempre es oportuno reflexionar por separado y evaluar cada serie de forma individual, repasando algunos de los puntos que he anotado ya. ¿Ustedes que opinan?